miércoles, 10 de febrero de 2016

Reencuentro en el espejo. ¿Qué es?

Ahora que la antología Reencuentro en el espejo y otros relatos de la locura está a punto de ver la luz, es un buen momento para hablaros de ella, para contaros todos los detalles y que sepáis qué vais a encontrar entre sus páginas. Empecemos con la sinopsis que figurará en la contraportada del libro y que ya ofrece algo de información.


César está dispuesto a reencontrarse con su mujer, aunque ya hace doce años que la enterró. El pequeño Iván no sabe que las mentiras a veces se convierten en verdades, ni que Papá Noel no es ese tío simpático que sonríe en los centros comerciales. Ernesto toma su desayuno tranquilamente sin sospechar que su cocina está a punto de convertirse en el escenario de un anuncio de detergentes; de uno que, por cierto, acabará muy mal.

Esas y otras historias dan pie a los dieciséis relatos recopilados en esta antología. La locura es el nexo, el elemento que todos ellos, en un sentido o en otro, tienen en común. Está en sus personajes, en las situaciones, en las mismas premisas de las que parten las historias. Está en la mente del escritor y quizá hasta en los ojos del lector.

Pues sí, dieciséis historias de lo más variadas. Creo que ese es uno de los puntos fuertes de la antología: que cada relato es de su padre y de su madre. Distintos géneros y tonos se dan cita para que el lector pase del suspense al humor, del cuento juvenil al género negro, de la ciencia ficción al terror... ¿Qué más se puede pedir? Son 150 páginas plagadas de emociones; pero, sobre todo, 150 páginas plagadas de locura.

¿Cuál es su precio? La verdad es que he peleado para que el precio final fuese lo más ajustado posible, así que por solo 8,96€ (gastos de envío aparte si lo compras online) podrás llevártelo a casa.

¿Dónde podrás adquirirlo? En este mismo blog encontrarás acceso fácil a los puntos de venta pero, de todas formas, solo tienes que pinchar aquí para ir a la página de Bubok, la editorial que lo distribuye.

Reencuentro en el espejo y otros relatos de la locura es un libro en el que, seguro, encontrarás más de una historia de tu gusto. ¿A qué esperas para hacerte con él?




lunes, 1 de febrero de 2016

Antología: título y portada

Me alegra mucho anunciar que la antología de relatos en la que llevo un tiempo trabajando ya tiene título y portada. Reencuentro en el espejo y otros relatos de la locura, así es como se llamará esta recopilación de relatos.

¿Por qué ese título? Pues veréis, Reencuentro en el espejo es el título de uno de los relatos que forman parte de la antología, concretamente del primero de ellos. Me parecía que tenía gancho par representar al resto de las historias contenidas en el libro y por eso lo escogí. Después le añadí el subtitulo ...y otros relatos de la locura para dejar claro que aquí encontraréis historias del todo inusuales que tienen en común la presencia de la locura, ya sea en sus personajes, en las situaciones o en las propias premisas de los relatos. ¿Os gusta cómo suena? ¿Y qué me decís del diseño de la portada que os pongo aquí abajo?

Espero que os guste, en breve tendréis más información sobre el lanzamiento de la antología.

¡Un saludo, por Nefel!



Wolfrath: el ojo de los mundos (preview)

Prólogo


―Cuidado. Vigilad dónde ponéis el pie.
El veterano general de la legión desconfiaba de todo cuanto había a su alrededor. En aquel extraño lugar los miedos de los hombres cobraban nuevas formas a cada paso y las sombras que acechaban tras cada esquina eran verdaderamente densas e inquietantes. Jamás se habían internado en una oscuridad como aquella.
―¿Estamos ya cerca de la reliquia? ―preguntó el general a la enjuta figura que encabezaba la expedición.
Era la primera vez que ponían un pie el lugar, pero Worlun, el hechicero envuelto en oscuros ropajes, los guiaba por aquellos misteriosos pasadizos sin dudar, como quien se mueve por su propia casa. No contestó de inmediato; cuando lo hizo, su voz gélida erizó la piel de quienes se hallaban lo suficientemente cerca para escucharla.
―Paciencia, Brennus, mi buen amigo. Paciencia.
―Mis hombres están intranquilos. Les da miedo este sitio.
Una media sonrisa apareció en el rostro de Worlun. «Hacen bien en temer a las fuerzas que moran en este lugar», pensó. Y, desde luego, él mejor que nadie sabía por qué.
No eran más de diez hombres los que habían descendido al subsuelo. El resto de la legión permanecía en la superficie de la antigua ciudad, que ahora era poco más que un amasijo de ruinas y restos prácticamente devorados por la vegetación tras siglos ―quizá milenios― de abandono. Pero había otra ciudad bajo los templos antiguos, los palacios derruidos y las maltrechas viviendas: una maraña de lóbregos y estrechos pasillos, escaleras de desgastados peldaños y estancias que albergaban secretos antiguos y peligrosos. Y era precisamente esa parte de la ciudad la que despertaba el interés del hechicero.
El general Brennus avanzaba tratando de ocultar su nerviosismo. Intentaba dar ejemplo para que los hombres mantuviesen la calma, pero sentía una extraña agitación cada vez que sus dedos rozaban las piedras milenarias que daban forma a esos pasillos. ¡Cuánto tiempo llevarían en aquel lugar contemplando el ir y venir de generaciones! Quizá hasta fuesen conscientes de los secretos que ocultaban. Brennus nunca había creído las fantasiosas historias de la era en que los dioses habitaban la tierra ―la misma tierra en la que ahora ellos se adentraban―, ni había dado crédito a los cuentos sobre los fabulosos objetos que todavía existían de aquella época. Eran sin duda entretenidas leyendas, sugerentes historias que contar a los niños; o, al menos, eso era lo que había pensado toda su vida. Pero ni el más escéptico podía seguir dudando tras hallarse en el centro mismo de las leyendas: pudiendo verlas, tocarlas, sentirlas aún palpitantes. Vivas.
―No os separéis ―ordenó Worlun―. Hemos llegado.
El grupo se detuvo frente a un enorme arco de piedra. Tras él había una sala sumida aún en la más absoluta oscuridad. Cuando el mago hizo una señal y los soldados que portaban las antorchas se adelantaron, se fue revelando poco a poco ante ellos una estancia que sobrecogía por su solemnidad. Era una amplia sala de planta circular en cuyas paredes todavía podían distinguirse jeroglíficos muy desdibujados por el paso de los siglos y textos escritos en una lengua largo tiempo olvidada por el hombre. La luz que llevaban no alcanzaba a iluminar el altísimo techo, por lo que no tenían la sensación de hallarse en un lugar cerrado. Más de uno se sintió observado atentamente por las antiguas fuerzas que habitaron aquel lugar, y esa sensación era sobrecogedora.
En el centro de la sala había un sencillo altar que sostenía un objeto del todo extraño. Cuando los apagados ojos del hechicero se posaron en él, brillaron de repente con un destello de energía y excitación impropios en alguien de su avanzada edad.
―¡Admirad el inmenso poder de los dioses a través de sus reliquias! ―dijo acercándose al objeto con movimientos reverentes. Ante la atónita mirada del grupo, Worlun se postró delante del altar mientras susurraba una retahíla de versos en una lengua que, aunque nadie de los presentes entendía, hizo que todos se estremeciesen.
―Si ya tienes lo que querías, volvamos arriba ―le dijo Brennus―. Empiezo a estar harto de este maldito lugar.
Una ráfaga de ira cruzó el semblante de Worlun al verse interrumpido. Esos ignorantes... ¡no tenían ni idea de lo importante que era ese objeto, ni sabían cuántas generaciones llevaba perdido en la memoria del mundo! Pese a todo se contuvo y, mientras se ponía de nuevo en pie, luchó consigo mismo para conservar la calma. Aún no era el momento de imponerse del todo. Aún no.
Alargó su brazo y, con ansiedad ―aunque también con cierto temor―, agarró la reliquia. A simple vista no parecía un objeto especialmente poderoso. No era mucho más grande que un puño cerrado, y estaba formado por dos piezas que se unían de tal forma ―prácticamente fundiéndose― que era difícil decir dónde terminaba una y dónde comenzaba la otra. La parte superior era una bola de cristal redonda de tonos oscuros y violáceos que, como si fuese un globo ocular, iba incrustada sobre una base que extendía sus nervios hacia arriba dibujando formas caprichosas. El material de la base, por su parte, tenía un tacto frío e inusualmente liso que no se parecía a ningún otro que el hechicero conociese. Worlun había esperado notar el enorme poder del objeto nada más tocarlo, sentir todo su cuerpo agitándose, pero nada de eso ocurrió.
«Duermes. Descansas desde hace una eternidad. Esperas...»
―¡Vamos! ¡Volvamos por donde hemos venido!
―¿He de recordarte que soy yo quien está al mando de esta expedición, general? ―gritó Worlun exasperado. Los ecos de su voz rebotaron de una pared a otra reforzando el mensaje de autoridad y se perdieron en la oscuridad que había sobre sus cabezas. Brennus, sin embargo, no se amedrentó como el resto de los soldados. Como buen general curtido en cientos de batallas, aún se envalentonaba más cuando alguien se atrevía a contravenir sus órdenes; especialmente si se trataba de uno de esos enclenques hechiceros del este, por quienes no sentía la más mínima simpatía.
―Hemos venido a por eso y ya lo tienes ―dijo señalando la reliquia―. Este lugar es extraño y peligroso, Worlun. Mis hombres necesitan volver a la superficie.
El mago observó los rostros temblorosos y pálidos del grupo. Una sonrisa de superioridad empezó a dibujarse en sus labios agrietados. «Pobres necios», pensó.
―Está bien, general. Volvamos arriba con los demás.
Los hombres recibieron aquellas palabras con agradecido entusiasmo. Deseaban sentir de nuevo el aire fresco en sus rostros, necesitaban ver el sol y olvidar lo antes posible esa inquietante penumbra. Los soldados que sujetaban las antorchas ocuparon sus puestos y enseguida el grupo se dispuso a deshacer el camino andado.
Pero, antes de abandonar aquella sala, el hechicero se volvió y admiró de nuevo los extraños dibujos y los textos de las paredes, dejándose imbuir por sus misterios y poderes un poco más. Después bajó la mirada y observó el extraordinario objeto que, tras incontables años de olvido, llevaba consigo de vuelta a la superficie.

Duermes. Descansas. Esperas...

Pero pronto despertarás.




lunes, 28 de diciembre de 2015

Wolfrath a la pantalla... ¡con la HBO!


Al fin es oficial, amigos: la novela Wolfrath, el ojo de los mundos será adaptada a la pequeña pantalla, y nada menos que por la cadena HBO. La productora de series como Juego de Tronos, True Detective, The wire o Los soprano lleva meses interesada en adquirir los derechos para hacer real a nuestro querido bárbaro, y finalmente Dlorean Ediciones, Raúl Baixauli y la cadena estadounidense han llegado a un acuerdo.

Teníamos claro que queríamos recrear el continente de Vaelysia, el reino de Wakengard, las montañas de Hivernord (...) Para nosotros es un universo muy rico e interesante. Pero, sobre todo, queríamos que las emocionantes aventuras de Wolfrath cobrasen vida (...) Es un proyecto con el que estamos muy ilusionados.

Adrian Droide, ejecutivo de la cadena

La novela será adaptada en una serie de 13 capítulos, siendo el primero de ellos (el episodio piloto) el de mayor presupuesto en la historia de la cadena. Todavía no hay datos de quién se meterá en la piel de Wolfrath, aunque recordamos que algunos actores bien conocidos han manifestado ya su deseo de interpretar al bárbaro de Hivernord.

 

En cuanto haya más datos os informaremos en este blog y en las redes sociales.

¡Feliz día de los inocentes, por Nefel!


miércoles, 18 de noviembre de 2015

Próximos proyectos

Como llevo mucho tiempo calladito (relativamente, porque el teclado no lo he dejado, al menos para seguir creando historias), he pensado que ya era hora de hablar un poco sobre próximos proyectos literarios y compartirlo con vosotros.

Las historia de Wolfrath sigue escribiéndose poco a poco. La segunda novela está pendiente de revisión y de que se aclare su futuro pero, mientras tanto, las aventuras del bárbaro ya se han materializado en el primero de los relatos que, supuestamente, formarán parte del tercer libro del personaje. Pero eso no es de lo que realmente quería hablaros hoy.

Y es que, pese al título de este blog y pese a que no dejo descansar a Wolfrath, no solo de Espada y Brujería vive el escritor. Es por eso que, entre aventura y aventura, estoy trabajando en un libro muy personal que, espero, verá la luz pronto. Se trata de una antología de relatos que recoge buena parte de las historias cortas que he creado en los últimos años, una colección bastante variopinta que, sin embargo, estará vertebrada por un concepto que todos los relatos tienen en común.

Es pronto para dar una fecha concreta, pero espero que la cosa no se retrase mucho y a principios de 2016 podamos tenerla en las manos. Permaneced atentos a este blog y a las redes sociales porque iré informando de las novedades, publicando material promocional y dando detalles de lo que será esta obra tan personal.

¡Que Nefel esté siempre con vosotros!

¿Tiene esta foto relación con la nueva obra? Ummm... quizá.

jueves, 6 de agosto de 2015

Surcando las ondas radiofónicas

A Wolfrath no le asusta ningún medio, eso está claro, y recientemente lo ha demostrado con su aparición en un programa de radio. Pues sí, amigos, porque en el tercer programa del podcast de Proyecto Pulp, dedicado al maravilloso género de la Espada y Brujería, se ha hablado (entre muchas otras, claro está) de la novela Wolfrath: el ojo de los mundos, y además bastante bien. Una buena noticia para nuestro bárbaro de Hivernord, que va poco a poco abriéndose camino en este mundillo. Podéis escuchar el programa o descargarlo pinchando aquí.





miércoles, 10 de junio de 2015

Si Wolfrath llegara al cómic

¿Os imagináis al bárbaro de Hivernord protagonizando su propia serie de cómics? ¿Os imagináis cómo podría ser la portada del número uno de la colección? Pues José Baixauli, el ilustrador de la novela, sí que lo ha imaginado, y el resultado es esta curiosa portada que huele a cómic antiguo (a glorioso cómic antiguo) y que nos presenta a Wolfrath en un estilo muy distinto al que encontraremos en las páginas del libro. Una nueva joyita que se va directa a la galería de arte del blog.